Los funerales son una gran oportunidad para cerrar el ciclo de vida
La pérdida de un ser querido es de las experiencias más dolorosas que uno puede tener. El velorio es un ritual, una despedida ceremoniosa, una posibilidad para los seres queridos de estar juntos, en un adiós común que ayuda mucho en un momento donde la soledad y el vacío es grande.
Es una oportunidad para los que no pudieron participar en una enfermedad terminal y quieren unirse a los que sí pudieron estar. También significa la llegada de amigos y parientes, que no se ven desde hace tiempo, para recordar cosas, saber que no se está solo con el dolor y la pérdida, así como compartir públicamente el significado de la vida de la persona que se ha ido, el sentido que dio a nuestras vidas. Es un agradecimiento, un tributo en el que se comparte públicamente la aflicción y la pena, el consuelo y la esperanza.
Las ceremonias, como los funerales y los homenajes, permiten a amigos y familiares reunirse para apoyar y consolar a las personas más afectadas por la pérdida. Estas actividades pueden ayudar a la gente a sobrellevar los primeros días luego de la pérdida y a honrar la memoria de la persona que falleció. Sin duda es un momento necesario para la familia para ayudarla en la comprensión del evento doloroso que está viviendo de una forma amorosa y contenida por el amor de las personas que los quieren.
Los funerales son para la familia, son una gran oportunidad para cerrar el ciclo de vida, nuestra relación con esa persona que amamos y aunque es importante respetar los deseos y esperanzas de los fallecidos, hay que hacer lo más conveniente para los que se quedan estén bien. Se deben respetar las costumbres culturales, religiosas y locales aunque a veces puedan resultar extrañas a los que colaboren en la preparación o la realización del ritual o ceremonia.
El funeral es especialmente emotivo, si la persona que se fue lo dispuso con antelación, en esos casos el funeral se puede convertir en una verdadera celebración de la vida, porque todos los asistentes saben que el amigo estaba preparado para su último viaje y que pensó en el festejo con antelación.
Para el proceso de duelo, el velorio adquiere una importancia fundamental ya que ayuda a estructurar el caos emocional, ayuda a enfrentar la realidad y permite compartir con los otros la pérdida y el dolor en un clima de seguridad y armonía, otorga un sentido de dignidad a la persona que ya no está, permite un acercamiento con sus creencias ( cualquiera que sea ) y ayuda en el restablecimiento de los vínculos familiares.